La geología de Extremadura se caracteriza por la presencia de dos de las mayores zonas tectonoestratigráficas del Macizo Ibérico: la Zona Centro-Ibérica al norte y la Zona de Ossa Morena al sur. El límite entre ambas zonas es bastante controvertido, algunos autores lo sitúan en la Banda de Cizalla Badajoz-Córdoba. Otros autores prefieren situarlo en el borde norte del batolito de Los Pedroches. Además de estas dos zonas, afloran materiales terciarios y cuaternarios formando parte del relleno de las cuencas del Guadiana y del Tajo.
La Zona Centro Ibérica ocupa la parte central del Macizo Ibérico y representa la parte interior del Cinturón Varisco del sur de Europa. El Dominio del Complejo Esquisto Grauváquico (DCEG) constituye el mayor dominio de la Zona Centro Ibérica. La estratigrafía del DCEG consiste en una sucesión Neoproterozoico – Cámbrico Inferior formada por el Complejo Esquisto Grauváquico que constituye los mayores afloramientos de rocas metasedimentarias, pizarras y grauvacas, de Extremadura. El Complejo se conforma de dos unidades, una inferior y otra superior.
La Unidad Inferior incluye la transición del Precámbrico al Cámbrico, y está formada por una sucesión monótona de areniscas, pizarras y ocasionalmente horizontes conglomeráticos y rocas volcanosedimentarias. Sobre estos y separadas por una disconformidad se encuentra la Unidad Superior, conteniendo materiales Cámbricos, predominantemente pelíticos con pizarras negras, conglomerados y areniscas y horizontes discontinuos de calizas, fosfatos y sedimentos volcánicos. Análisis paleogeográficos indican que esa sucesión se produce en un contexto tectónico de inestabilidad, relacionado con los episodios finales de la Orogenia Cadomiense, que dió lugar al relleno predominantemente turbidítico, en algunos casos más de 11.000 metros, de cuencas separadas por fallas.
Grandes variaciones litológicas que van desde depósitos turbidíticos profundos a depósitos gradados de plataforma, dominan el resto de sedimentos Cámbricos. Predominan sedimentos de plataforma tales como materiales silicoclásticos y carbonatos.
Los sedimentos Cámbricos son recubiertos discordantemente por los sedimentos Ordovícicos y Paleozoicos Pre-Variscos. Esta sucesión aflora en la parte interior de los sinclinales de dirección noroeste – sureste que conforman la estructura del dominio de la Zona Centro Ibérica y consisten principalmente en materiales terrígenos y silicoclásticos. Estos fueron depositados en un ambiente de plataforma somera, y la sedimentación fue casi continua, excepto por las dos paraconformidades en el Ordovícico Superior y en el Devónico Medio.
Estructuralmente, este dominio fue afectado por la deformación Varisca, la cual dio lugar a tres disconformidades. El acortamiento Varisco se caracteriza por una intensa deformación tangencial en los márgenes norte y sur con pliegues recumbentes y fallas. En la parte central, encontramos pliegues abiertos con superficies axiales verticales y pequeña deformación interna. La extensión al final de la orogenia está representada por zonas de cizalla subhorizontales, fallas de despegue y zonas de cizalla transversales, con direcciones que van del noroeste-sudeste a norte-sur.
Una característica muy importante de la Zona Centro Ibérica es la abundancia de batolitos graníticos intruidos durante y después de la Orogenia Varisca y derivados de la fusión de la rocas metasedimentarias de la Serie Negra. Los granitoides ocupan un cinturón con una anchura de 600 kilómetros, sus edades van desde los 325 a los 300 millones de años, siendo ricos en potasio. Las rocas básicas asociadas con el magmatismo varisco son muy escasas. Aparte de las gabronoritas mineralizadas de Ni-Cu-Co de Río Malo, de edad desconocida, el único plutón de rocas máficas e intermedias de importancia es el macizo prevarisco de Mérida. También se encuentran pequeños y discontinuos sills de rocas básicas intercalados en los metasedimentos del Ordovícico.
Las otras rocas ígneas pre-Variscas son pequeños cuerpos volcánicos, subvolcánicos o de ortogneis peralumínicos. El episodio ígneo final en la Zona Centro Ibérica fue la intrusión del dique de gabro Alentejo-Plasencia (203 millones de años). Este tiene entre 75 y 200 metros de ancho y más de 500 kilómetros de longitud, siendo el dique más largo de la península ibérica.
La Zona de Ossa Morena es la otra unidad tectono-estratigráfica del Macizo Ibérico representada en Extremadura. Situada al sur de la Zona Centro Ibérica, son los terrenos más complejos de la región. La zona tiene dirección noroeste – sureste. Contiene rocas sedimentarias que pertenecen a un complejo sistema de acreción polifásico de edad entre Rifeense superior y Carbonífero superior.
Desde el punto de vista tectónico existen evidencias de deformación y metamorfismo Cadomiense, siendo la Orogenia Varisca la responsable de la estructura final de la zona. La Orogenia Varisca tiene un marcado carácter transpresivo, resultado de la convergencia oblicua (suroeste-noreste) y colisión de una serie de terrenos que de sur a norte son, Zona Surportuguesa, Zona de Ossa Morena y Zona Centroibérica. Hay evidencias de al menos dos grandes suturas Variscas, la Zona de Cizalla de Coimbra-Badajoz-Córdoba en el norte de la Zona de Ossa Morena y la zona de cizalla Sur Ibérica, la cual forma el borde con la Zona Surportuguesa.
La Zona de Ossa Morena comprende: secuencias pre-Cadomienses heterogéneas y desagregadas formadas por rocas metamórficas de alto grado y una potente secuencia siliciclástica depositada en un margen pasivo, la denominada Serie Negra; sobre la Serie Negra discordantemente se sitúa una unidad Cadomiense sinorogénica de edad Cámbrico Inferior a Medio que contiene un complejo volcano-sedimentario andesítico calco-alcalino y un complejo flysh; sobre la Serie Negra y la secuencia volcánica anterior, se sitúan discordantemente sedimentos post-orogénicos del Cámbrico Medio a Superior y una unidad volcanosedimentaria, formado en un ambiente de rifting intracontinental con vulcanismo bimodal; encima aparece una secuencia de depósitos de margen pasivo de edad Ordovícico a Devónico Inferior; y rocas sedimentarias variscas sinorogénicas depositadas en cuencas restringidas durante el Carbonífero. Por último, un magmatismo bimodal-alcalino asociado a zonas distensivas noroeste-sudeste (interpretadas como procesos de rifting abortados) aparece en el Carbonífero Inferior.
La Zona de Ossa Morena contiene un importante volumen de rocas ígneas, la mayoría rocas calcoalcalinas intrusivas y extrusivas. Los mayores eventos magmáticos son relacionados con los ciclos Orogénicos Cadomiense y Varisco, y con una fase extensiva intermedia, principalmente desarrollada en el Ordovícico.
Los últimos datos de sísmica de reflexión profunda, adquiridos dentro del proyecto Southwestern Iberia Europrobe mediante un perfil perpendicular al orógeno transpresivo varisco en el suroeste de España, han revelado la existencia de un cuerpo reflexivo en la corteza media, de 140 kilómetros de longitud y de grosor variable (hasta 5 kilómetros). La imagen de conductividad proporcionada por estudios coincidentes Magnetotelúricos, la característica de la amplitud de la sísmica, los estudios de la mineralización relacionada con los yacimientos magmáticos y la geología superficial, sugieren que el cuerpo reflexivo es una intrusión máfica derivada del manto, emplazada en época varisca, posiblemente ligada a la actividad de una pluma. Dicha intrusión puede que haya ejercido una gran control sobre el plutonismo varisco y los procesos relacionados de formación de mineralizaciones.
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